4 ene 2013

La estación


Un lejano estruendo empezó a oírse poco a poco. Parecía una tormenta que amenazaba con descargar su furia, el dedo de un dios a punto de señalar a un culpable…
Magdalena alzó la vista y miró más allá de la vía. El tren se acercaba, llegaría en pocos minutos, y ella no sabía si estaba preparada.
Se atusó el pelo con cierto nerviosismo y comprobó que su vestido no estuviese muy arrugado. Suspiró…
El tren empezó a asomar su vieja locomotora y el estruendo se hizo aún más fuerte.
Ahí estaba…
Magdalena pudo notar como su corazón palpitaba con fuerza, y llevándose la mano al pecho esperó que sus nervios no la traicionaran.
El tren fue perdiendo velocidad y los vagones fueron pasando frente a la joven, mientras desconocidos rostros se dibujaban fantasmales en las ventanas.
Por fin detuvo su marcha. Las puertas se abrieron y de ellas empezó a bajar gente que buscaba con esperanza una cara familiar a la que dirigirse.
Unos se abrazaban, otros continuaban su camino en soledad, pero todos venían de la misma ciudad. Poco después, el eco de un silbato anunció la salida del tren.
El corazón de Magdalena dejó de latir con fuerza, y su mano se fue despegando poco a poco del pecho. 
No había venido… Él le dijo que si decidía pasar su vida con ella, cogería el tren de las 16:00… Pero no había venido, o al menos, no quiso bajarse en esa estación.

7 comentarios:

Silvia Meishi dijo...

Feliz año a todos.

Un abrazo

Marcos Callau dijo...

Pues hay estaciones que no se repiten. Él se lo pierde. Feliz año Silvia. Besos.

juan andrés estrelles dijo...

Pues sin duda el se lo perdió. Un conmovedor relato con el punto justo de crudeza. Me gustó descubrir tú pequeño espacio. Prometo pasarme con más tiempo para seguir descubriéndote. Un saludo nos leemos.

mariarosa dijo...

Él se la perdió. Un muy buen relato, cada párrafo va llevando al lector por el paisaje y los sentimientos de Magdalena...

mariarosa

mariarosa dijo...


¡¡FELIZ AÑO 2013!!

Un abrazo.


mariarosa

Pepe Cahiers dijo...

No hay nada que nos inunde con más melancolía que una promesa no cumplida.

MAJECARMU dijo...

Silvia,gracias por tu felicitación,amiga...
Me acerco a ti en esta estación para desearte lo mejor y que el año 2013 sea satisfactorio para tus proyectos...El tren de la vida no siempre nos trae lo que esperamos,pero seguimos esperando a la vida...porque ella nos muestra siempre su lección y su sabiduría,Silvia.
Mi felicitación y mi abrazo grande,compañera.
M.Jesús