23 ene 2015

Un ángel posado sobre mi hombro


Alexis


Sin quererlo, sin saberlo, se ha dejado caer del cielo un pequeño trozo de estrella que volaba libre entre infinitas galaxias de lejanos paisajes espaciales.
Un pequeño hombre, de gran corazón y de valiente espíritu, camina ahora por un mundo tan maravilloso como hostil, por tierras tan vivas como ruinosas, por experiencias tan dulces como amargas.
Un hombre, un protector, un ángel que aún guarda los secretos de la vida y los misterios de la muerte, pero que con el tiempo, como nos sucede a todos, perderá ese conocimiento para dejarlo enterrado en algún lugar de su inquieta mente.
Un poeta, un pequeño poeta qué llenará su vida de bellos versos que recitará para el mundo, pues el mundo le ha estado esperando y está listo para escucharle.
Abrazado a mi cuerpo y con su cabeza posada sobre mi hombro, me pierdo en la mirada de unos ojos azules que reflejan toda la sabiduría de quien aún no sabe nada.

Es el espejo de un ángel, un pequeño ángel que, caído del cielo, ha venido a parar a mis brazos, para que, más que enseñarle yo, puede enseñarme él a mí. 

3 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Silvia, bienvenida de nuevo, amiga...Me alegro por ese ángel, que ha caído en tus brazos y que me recuerda a mi nietecita Sofía, que ha nacido en Australia...Ellos traen un presagio de luz y esperanza y debemos recogerlo, amiga...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
M.Jesús

Silvia Meishi dijo...

Muchas gracias, amiga. Encantada de tenerte por aquí. Mi pequeño ángel, Alexis, trae muchas cosas nuevas, como dices, y hay que saber aprovecharlo.

Un abrazo fuerto

Epi o el Buhonero dijo...

Precioso niña... Te andaba echando de menos por estos lares, donde anidan la palabra y el sentimiento. Bien venida y un beso familia... Ah cuida esa estrella que promete... Lo dicho " que sigáis siendo moderadamente felices".