6 mar 2014

Pensamientos




Aquel día lucía el sol con mucha viveza.
Un pequeño gorrión, posado sobre un viejo tejado, parecía mirar a la mujer a través del cristal de la ventana. Movía su diminuta cabeza de un lado a otro, como si quisiera saber en qué pensaba ese ser que para él era tan distinto.
Pero la mujer no estaba pensando, permanecía en trance, sumida en la nada. Su mente volaba entre dudas y sentimientos enfrentados. Sus ojos no enfocaban el paisaje que tenían delante, simplemente, no estaban allí. Se habían ido.
Y en qué pensaba la mujer era lo menos importante. No interesaba la respuesta al motivo de aquella ausencia. Lo que realmente asombraba era que en ese momento, en algún lugar del mundo, otra persona experimentaba la misma sensación de vacío, y si nos fijábamos bien, podíamos encontrar a muchos más seres con la mente fuera de sus cuerpos.
No era pues, un hecho aislado. La mujer no se encontraba sola en su incertidumbre. Pero ella no era consciente de ello, y tampoco le importaba.
Y el gorrión, que piaba contento desde el viejo tejado, se alegraba de ser un pequeño pájaro. Sin saber qué significaba aquello, qué significaba estar allí, simplemente gozaba de estar vivo.

3 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Silvia, precioso y claro mensaje nos dejas en tu historia, amiga...
Cada día sale el sol, la vida nos deja regalos en la ventana, pero no somos conscientes de ello. La mente se escapa insatisfecha,incapaz de disfrutar, como el pájaro, de la vida...¡¡Cuánto nos perdemos por culpa del ego, que espera, juzga y exige...!!!
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu cercanía y buen hacer.
M.Jesús

Epi o el Buhonero dijo...

Curioso y real, ¡me gusta…!
Yo cuando entro en ese estado, suelo decir que se me ha ido la pinza, la sensación es como una burbuja de oxigeno dentro del agua, que sube y sube pero no deseas que reviente, para mi es bastante placentera y por lo general no pienso en nada. Y es cierto que se mira sin ver, estirando al máximo la última imagen que prendió en la retina…en fin como mirar un cuadro…
Un abrazo para ti y otro para el gorrión

Silvia Meishi dijo...

Je, je, je. Gracias.