23 may 2011

La sombra





- ¿Quién eres?
La sombra no contestó. Parecía no haber escuchado la pregunta.
- ¿Por qué me sigues?
A pesar de que Ismael se había detenido al advertir que la sombra le seguía, no consiguió arrancar sonido alguno de aquel oscuro espectro. Tan solo silencio…
- ¿Quién eres? – volvió a preguntar.
Esta vez, la extraña sombra se enfrentó a Ismael, enseñando un rostro vacío que parecía observar los movimientos de su interlocutor.
- Llevo siguiéndote toda la vida – dijo el espíritu en un susurro carente de emoción – Yo soy la muerte.
Ismael quedó horrorizado ante aquella revelación.
- Sin embargo – continuó diciendo la sombra – tú nunca has sido consciente de mi presencia. Aún así, siempre he estado ahí, siempre te acompañaré a donde quiera que vayas, porque tu vida no es más que mi comienzo…

10 comentarios:

Victoria dijo...

Silvia, un excelente relato! La muerte siempre está ahí, acechando... todo comienzo, tiene sentido, si también conlleva un fin: como la vida misma.Felicidades. Un abrazo!

Pluma Roja dijo...

Precioso y filosófico relato. ¡Felicitaciones!

Te dejo una gran abrazo y un beso.

Hasta pronto Silvia.

Marcos Callau dijo...

Vaya, muy bueno, Silvia. Me ha encantado la presencia de la sombra como la muerte. Estupendo. Saludos.

mariarosa dijo...

Silvia: que buen cuento, tiene una profunda verdad, que impresiona. ¡¡Aplausos!!

mariarosa

Javier dijo...

Una realidad que en ocasiones, casi siempre, nos negamos a ver.
La presencia inexorable y constante de la muerte, sí.


Saludos.

Francis G. Vergara dijo...

Filosófica entrada, muy bien expresada.

He disfrutado del relato. La forma en que tratas el tema de la muerte en tan pocas palabras..., te felicito!!

Un abrazo.

Jairo Andres Loaiza-Espinoza dijo...

Bello relato, con mucha fuerza y con mensajes entre lineas...

Paso a visitarte y saludarte...

Espero tengas un gran inicio de semana...

JALE

Ricardo Miñana dijo...

Ha sido entretenido leerte, gracias por compartir.
te dejo mi saludo y feliz semana.
un abrazo.

Ángel-Isidro dijo...

Silvia, ¿Quiéneres? tu ocurrencia es fenomenal
un buen relato cierto y seguro, algo que nos acompaña diariamente, lo que tenemos que
desear es que siga y no nos abandone.
Un abrazo
Ángel.

Patricia dijo...

muy profundo tu relato, Silvi, es verdad, a todos nos acompaña esa sombra...

un abrazo fuerte!